Siete años ya con estas listas y aguantando pese a que desde entonces Spotify nos ha pisado un poco el invento y estamos todos un poco hartos de wrappeds. Este año entran aquí 4 novedades, 4 temas de la década pasada y 4 del siglo anterior; unas 5 o 6 están en la familia de la electrónica, 6 relacionadas de alguna manera con Japón, 2 son de grupos punk y una de Scatman John. También aparece otra compuesta para una GameBoy, por lo que queda claro que variedad no falta. Estas son las 14 canciones, de cualquier año, que más he escuchado en 2021:

COMPUTER MAGIC – SELF CONTROL (2020)

Me gustaría dar sensación de orden y criterio y explicar aquí quién es esta música, qué hace y por qué hace lo que hace, pero en esta tradicional sección ya hemos dejado claro que ni soy crítico musical ni me voy a someter a los rigores del oficio a estas alturas. Descubrí esta versión un día que andaba escuchando a Belinda Carlisle y desde entonces ha sido permanente en mis listas, pero hasta que no he empezado a escribir esto no me ha dado por investigarla, así que no te puedo contar mucho más, pero ¿acaso no es ésta una forma bonita y pura de relacionarse con la música?

LAS VÍCTIMAS CIVILES – CANCIÓN TOTAL (2018)

Llego tarde pero en 2021 se me ha metido hasta el fondo del cerebro, por culpa del amigo Juanjo López, este tema de amor/marcha militar con lenguaje de la era 11S y videoclip a un paso de Ojete Calor. No perderé la ocasión de celebrar su título completo, ‘Heteronorma y relaciones de poder en la época de las representaciones del capitalismo posfordista (Canción total)’, que parece hecho con un random generator de papers de mi área.

MAMÁ LADILLA – WONDER FUL (2021)

Me gusta el tono alegre de Mamá Ladilla: si alguien me tiene que decir que el mundo es un lugar horrible, prefiero que sea así de contento, con estribillos pegadizos, saxofones y letras de profesor de Lengua y Literatura de instituto que se desahoga los domingos. Todo ‘Exhuma y sigue’ es una fiesta para resignarse a la idiocracia (podría haber elegido también, por ejemplo, ‘Electroencefalogramaplanismo’) y por ello uno de los discos centrales de 2021.

STEREO TOTAL – KAPPA THEME (2011)

Underwater love es un pinku eiga (cine softcore japonés) musical con banda sonora de Stereo Total y suena tal y como te imaginas. Si eso te parece bueno, ve preparándote para poner el álbum en bucle.

JONATHAN DUNN – ROBOCOP THEME (1990)

Al menú principal de un juego de Rocobop para GameBoy se le puede poner una versión del tema que compuso Basil Poledouris o pasar de todo y meterle una locura chiptune de aires melancólicos y estructura sorprendentemente compleja. Por suerte, Jonathan Dunn optó por lo segundo y aquí estamos, 31 años después, hablando de él.

JOHN LARKIN – THE MISFITS (1986)

No parece que Scatman John estuviera muy incómodo en su papel de fenómeno popular más incomprensible e improbable de los 90 (y, quizá, de los últimos 30 años), así que venir a rescatarlo puede quedar un poco resabidillo, pero este año pasado me llevé una alegría descubriendo sus grabaciones de jazz no sólo eran competentes, sino abrumadoras. Esta ‘The Misfits’ es un atropello de piano y scat, un torbellino que es, sin duda, la mayor barbaridad de esta lista. Listen to the Scatman, oye.

FEMM 2.0 – PRIVATE DANCER (2021)

Ya hablé de este dúo androide en nuestros Viernes culturales cuando lanzaron este single y ha sido, con diferencia, la canción que más he escuchado en 2021. Un darkpop hipervitaminado tan contundente y tan cómodo en su espacio pop que hace que al momento todas las propuestas similares (normalmente americanas) me parezcan viejunas. Acaban de sacar disco sorpresa, ‘Tokyo Ex Machina‘, y ya lo ando gastando.

SHIRÔ SAGISU – VOYAGER – GRAVESTONE WITHOUT DATE (2021)

En 2021 ha acabado la tetralogía ‘Rebuild of Evangelion’, frase que hasta hace poco parecía que nunca fuéramos a poder escribir, y encima ha cerrado Evangelion con honores, cima que parecía inconquistable, y lo ha hecho además con un mazazo de optimismo y vitalidad, que es ya la afirmación menos esperable del mundo. En uno de sus pasajes principales, Shirô Sagisu presenta este reverso luminoso del ‘Komm Susser Todd’ que escribió en 1997 y eleva una película ya de por sí elevada, demostrando que su talento sigue igual de afilado que hace más de dos décadas.

CILLA BLACK – YOU’RE MY WORLD (1964)

A ver, ¿pero tú has visto Last Night in Soho? ¿Cómo no me voy a volver a obsesionar con este tema volcánico, con esta versión que es todavía más epifánica que la de Tom Jones y la original de Umberto Bindi?

SATELLITE YOUNG – DON’T GRADUATE, SENPAI (2017)

A estas alturas el synthwave seguramente será ya una moda pasada y muchos se habrán hartado de sus fondos a lo Tron y su retrofuturismo de neón demasiado remezclado, porque todo meme y toda moda de internet nace para morir rápido, pero como a mí todo eso me da un poco igual, cuando una banda maneja bien ese sonido me sigue entrando igual de bien, y me parece que pocos han recorrido mejor esa senda post-Daft Punk y post-Kavinsky que ellos. Este tema, que combina la electrónica reverberada del género con aires de opening de anime de los 80 o 90, me lleva a su mundo de ensueño pop sin falta cada vez que le doy al play.

THE DRIFTERS – II YU DANA (1968)

Una de las canciones que más hemos escuchado en esta casa es el tema con el que una banda cómica japonesa cerraba su programa de tele en los 60 mientras preguntaban a los niños en casa si ya se habían cepillado los dientes, y por eso esta lista no le servirá a nadie que escuche música para molarse y presumir de estar al día. La descubrimos en el Instagram de una de nuestras carlinas japonesas preferidas, la pusimos en la radio y luego alucinamos al encontrárnosla en la Cleopatra de Tezuka y en Death Stranding, lo cual demuestra hasta qué punto está enraizada en el imaginario popular japonés.

CHVRCHES feat. ROBERT SMITH – HOW NOT TO DROWN (2021)

Aquí va una colaboración que nunca se me hubiera ocurrido y que ahora me parece un emparejamiento perfecto. Qué buen año han tenido Chvrches, ¿no?

BAD RELIGION – NEW AMERICA (2000)

Dos décadas y aquí seguimos, con Bad Religion haciendo más falta que nunca. En 2021 me he hartado más que nunca de vivir en un mundo americano, de que importemos sus debates, de que copiemos los marcos de sus tensiones, de traer aquí su idiocracia y su marca propia de regresismo libertario pero también su agelastia y su literalismo, su obsesión por las categorías consumibles y el microtribalismo, su narcisismo permanente hasta para autodespreciarse (el síndrome del impostor y el autodesprecio son también formas de fijación con el yo). Hartico me tienen, pero a la vez he recordado que América nos ha dado a gente como Greg Gaffin y Bad Religion, así que sirva esta entrada para defender a los americanos porque también tienen cosas positivas.

WEDNESDAY CAMPANELLA – SHAKUSHAIN (2015)

Wednesday Campanella puede ser la banda más excéntrica que escucho, y mira todo lo que hay arriba en esta lista. Aquí se marcan un tema sobre un líder rebelde ainu que sirve también de vídeo promocional sobre Hokkaido. Además de fliparme con una base de percusión pegadiza, me recuerda que llevo tres años sin pisar Asia Oriental y que en 2021 la música, quizá más que nunca, también me ha servido para viajar. Tan takatan, tan takatan.

(Menciones de honor: John Carpenter, Aurora y su ‘Running With the Wolves’, ‘Los Miserables’, el ‘Baka Mitai’ de los Yakuza, Chelsea Wolfe, Begin, NOFX, Pink Lady, Michel Petrucciani, Bambino, Young Fathers, Weyes Blood o ‘Yume no naka e’, y me seguiría dejando muchas. Au, hasta el año que viene.)