La Inercia se va de festivales y se colará este fin de semana en el SEB (Salón Erótico de Barcelona). En nuestro incesante empeño por ampliar horizontes nos echa una mano Max Cortés, portavoz del evento, actor y director porno y DJ no menos erótico. Léanle sobre cine, entretenimiento, mujeres consumidoras de porno, zombies, discotecas y la pornografía desde el otro lado del ADSL.

Convénceme: ¿por qué tengo que ir al SEB?

Si eres consumidor/a de productos o servicios para adultos no debes faltar. Si no lo eres, pero tienes curiosidad, en una visita al SEB vas a poder ver todo el abanico de oferta de ocio erótico y pornográfico. Y seguramente entre todas las opciones encontrarás la que más se ajuste a tus gustos. Para pasar un fin de semana diferente, con unas actividades lúdicas que no tendrás la oportunidad de volver a ver hasta el año que viene, tienes que venir al SEB.

De FICEB (Cine Erótico) a SEB (Salón Erótico): ¿el porno ya no es cine?

Hace tiempo que no se ruedan películas en formato cine, ni se distribuye en salas de cine, ni tenemos las subvenciones públicas que recibe la indústria cinematográfica Por lo tanto, aunque seguimos produciendo películas con un metraje parecido al cine y con argumento, es un producto diferente.

¿Es el porno algo superficial? ¿Puede haber arte en el porno?

El porno es una opción más de entretenimiento. Se puede disfrutar un día de un concierto, otro día de una película, al siguiente ver una competición deportiva y otro disfrutar de contenidos eróticos o pornográficos. Puede que en algún momento determinado se pueda crear algo artístico, pero no creo que sea su finalidad. Entretener no es fácil, y si lo conseguimos ya es una gran satisfacción.

Hazme de guía: ¿qué programa tiene el festival? 

De entrada, están la mayoría de empresas del sector. Ya tenemos confirmada la asistencia de más de 150 artistas, 1500 espectáculos en todos los días que dura en festival programados en varios escenarios y más de 50 expositores. Además de los espectáculos eróticos y de sexo explícito, cada expositor va a programar diferentes actividades: shows de BDSM, pases de moda erótica, ruleta sexy, webcams y videochat en directo, escenarios con actuaciones musicales, spa erótico, area swinger, demostraciones de tupersex, talleres, muestras de arte erótico… Además, en paralelo, hay varias reuniones de directores de contenidos para adultos, webmasters…

 ¿Qué tipo de público asiste al evento?

En las últimas ediciones hemos constatado que se ha generalizado la asistencia de parejas. Ya hace muchos años que se eliminó la imágen del público mayoritario masculino que acudía tras unas gafas de sol para evitar ser reconocido. La media de edad también ha bajado: aunque la horquilla va desde 20 a +60, podríamos decir que la mayoría es de alrededor de la treintena.

¿Hombres y mujeres?

Por supuesto siguen acudiendo muchos grupos de chicos y el crecimiento ha sido espectacular en grupos de chicas. Esto nos ha hecho adaptar todos los contenidos para que todo el público se sienta satisfecho con su visita. Además, el público femenino es especialmente participativo en las actividades lúdicas y muy exigente.

Entonces, ¿el porno no es sólo cosa de hombres?

¡No! No lo es. Tenemos muchas consumidoras. Sería un engaño decir que es 50%, pero cada vez más son las mujeres quienes consumen nuestros productos. Además, decir que el porno es cosa de hombres molesta mucho a las usuarias. Y es peligroso. Podríamos empezar con eso y acabar diferenciando trabajos para hombres o para mujeres. Definitivamente, el porno también es para mujeres desde ya hace tiempo.

 ¿Qué evolución ha tenido el festival desde su principio? ¿Qué crees que es lo que más ha cambiado?

Sin duda, como te comentaba antes, lo que más ha cambiado el el público que nos visita. Además, debido a los cambios en la distribución de contenidos y productos para adultos, vemos cómo cada vez tienen más presencia empresas tecnológicas y de internet.

 ¿Cómo es una actuación porno en directo? 

Lo que siempre se ha intentado en una actuación porno es despertar cierta excitación en el público, o como mínimo, una sonrisa. Depende de cómo esté de animado y predispuesto el público los artistas realizan un tipo de espectáculo u otro.

¿Comparada con un concierto?
Pues de entrada algo más corta. Unos 20 minutos la actuación.

¿Cuánto hay de improvisación en el porno? ¿Cuánto de interpretación?

Depende del tipo de película o contenidos. En películas argumentales y dependiendo del director y la productora, hay poco o nada de margen para la improvisación. En el gonzo o contenidos para distribuir en internet, muchas veces se parte de una idea y se puede improvisar. Y muchas otras veces se graba de manera que al espectador le dé esa sensación.

¿Qué falta por hacer en el porno actual?

El usuario nos lo dirá. Hoy en día, gracias a las redes sociales e internet, el diálogo entre nosotros y ellos es directo, y hoy más que nunca el consumidor es quién tiene el poder y nos marca el tipo de contenido que debemos producir. Así que, a medida que vaya evolucionando la sociedad, iremos contando situaciones nuevas.

¿Con cuál de tus facetas (director, productor, actor) disfrutas más?

Siempre he dicho que lo que más me gusta es actuar. Por circunstancias y por propia evolución lógica, di el paso detrás de las cámaras dirigiendo y también lo encuentro apasionante. Disfruto mucho creando las situaciones y al grabar las escenas de sexo las dirijo como si yo mismo estuviera actuando, y creo que ese es el motivo por el que transmito esa pasión en mis películas.

¿Y con cuál menos?

Lo que peor llevo es el tema productoras, distribuidoras y demás tareas de despacho. Aunque son necesarias para generar negocio.

El porno no es una profesión exenta de riesgos: una vez te rompiste el frenillo (¡ouch!).

Fue en casa. Después estuve trabajando una semana en Praga en un estado algo lamentable y al volver tuve que ir directamente al cirujano. Me lo reconstruyó de maravilla.

¿Te gusta el cine? ¿La literatura? ¿Qué productos culturales prefieres?

Soy adicto a las series de televisión americanas. Hay verdaderas joyas. Junto a mi mujer, somos consumidores compulsivos. Llevamos un ritmo de una temporada por fin de semana. Cine hace tiempo que no veo nada. Todo lo que había visto últimamente me había defraudado bastante. Hay un bajón creativo. Libros leo muchos, pero la gran mayoría de temática zombie. Lo sé, soy un friki, pero me gustan mucho.

Háblanos de tu trabajo como DJ. ¿Qué música pinchas? ¿Por qué empezaste?

Siempre me ha gustado la música de baile en todos sus géneros: House, Detroit, Minimal, Tech… Yo era de los que iba a las discotecas y sobre todo a clubs a escuchar la música en vez de ir a ligar. Hasta que un día me compré un equipo y empecé a practicar en casa.

De ahí al otro lado de la cabina.

Sí. Por qué no decirlo: aprovechando que mi marca era conocida (aunque fuera por algo diferente a la música) empezaron a llover bolos y actuaciones. Hasta ahora, que casi cada fin de semana estoy tocando en algún sitio.

¿Qué es lo que más te gusta de ser DJ?

Es una sensación indescriptible cuando tienes a varios miles de personas bailando contigo. Cuando aparece la magia entre el público y yo, es un subidón de adrenalina que pocas veces había sentido.

¿Música o porno?

Cualquier cosa que me divierta y haga disfrutar al público.

Recomiéndanos tres canciones que te gusten.

‘My way’, de Sinatra, ‘Suzanne’, de Leonard Cohen y casi todo de la antigua Motown. Pero experimento escuchando cada día géneros nuevos.

¿Desea saber más?

– Visite la página oficial de Max y compruebe su extensa filmografía en la IMDB.

– Descubra más sobre el SEB (Salón Erótico de Barcelona).

– Vea a Max a la mesa de DJ.