Andan los críticos locos con dar premios a lo mejor del año, elaborando listas definitivas que pretenden resumir y dirigir el curso de la cultura. Otros, en un alarde de graciosismo, se enfangan con lo peor de los últimos doce meses, buscando ahí la risa fácil. Nosotros somos valientes y defendemos la zona media, el grueso de la tabla, ese terreno olvidable que se pierde en cuanto empieza enero y que supone, en realidad, el 80% de la cultura. Con ustedes, las 7 películas más normaleras del año, las que ni ofenden ni emocionan, las de tampoco vayamos a exagerar. LoPutoNormal, vamos.

Gangster Squad (Ruben Fleischer)

Gangster

Ojalá un remake dirigido por Guy Ritchie: GANSTAH SQUAD.

Su director arranca la cuestión acordándose de que hizo Zombieland y todo está en orden. Empieza como cómic ligero, olvidable, con el carisma justito y las ganas de gresca suficientes para echar el rato, y bien podría verse como una actualización oscurilla de Dick Tracy. Pero luego pierde el norte, se empieza a gustar y juega a Los intocables. Hace mucha risa ver cómo denironea Sean Penn, en la que posiblemente sea la peor interpretación del año, y la lastimica que da Ryan Gosling intentando molar. Tendrían que hipnotizarnos para que lográsemos recordar algo de su última media hora, pero juraríamos que había un combate de boxeo grabado con cámara casera o algo así.

Only God Forgives (Nicolas Winding Refn)

only

Ryan Gosling, ¿qué te da tanta penica?

Empire la ha puesto en su lista de lo mejor del año y también en la de lo peor, así que por media aritmética o completismo la última de Winding Refn tiene un puesto de honor entre lo más normalero de 2013. Lo visual y sonoro son de aplauso, con una atmósfera post-bladerunneresca y de techno lo-fi, pero su impostura, sus patochadas freudianas y su empeño en fingir que Ryan Gosling a lo anuncio de colonia mola son de delito. Nosotros no perdonamos, pero tampoco es de escándalo.

Now You See Me (Ahora me ves) (Louis Leterrier)

ahora

El giro final es que Morgan Freeman NO es quien lo explica.

Nosequé de unos magos molones y mucho truco y retruco de guión para llegar a un giro final en el que pasa nosequé más. Ahí tienen esta peli. Un ejercicio de prestidigitación divertidísimo, sin pies ni cabeza, que pretende invitarnos a repasar todo lo narrado (¡todo encaja!) pero que se olvida en cuanto saltan los créditos. Le celebramos alguna secuencia televisiva muy loca y un ritmo frenético. Puro entretenimiento flojeras. A LoPutoNormal que va.

The Master (Paul Thomas Anderson)

La peli es esto durante tres horas. Vosotros mismos…

Paul Thomas Anderson se pasó de listo. Ver durante tres horas a un loco que se folla a mujeres hechas de arena siendo “curado” por otro demente se acaba haciendo pesado. Las reflexiones y el material están ahí, pero no la fascinación. Y es que aunque había ganazas después de ‘There will be blood’, quitando tres o cuatro escenas magistrales el resto es basura. De hecho, si no fuera por dos fieras como Seymour Hoffman y Phoenix jamás hubiera aparecido aquí.

Stand Up Guys (Tipos legales) (Fisher Stevens)

En el póster falta el gran protagonista de la peli: la Viagra

En el póster falta el gran protagonista de la peli: la Viagra

Al Pacino sale de la cárcel después de 15 años y lo primero que hace es irse de putas. Lógico. Pero como ya tiene una edad necesita Viagra y ahí está Cristopher Walken para proporcionársela. Actorazos que da gusto ver en una sublime chorrada, ergo acabas la película pensando que ‘nostamal’ y por lo tanto entra de cabeza en nuestra lista.

The Conjuring (Expediente Warren) (James Wan)

conjuring

Tened miedo porque PASÓ DE VERDAD.

Una especie de telefilm dirigido con corrección y artesanía pero sin sangre, basado en la supuesta historia real del Íker Jiménez americano y su sufridísima esposa. La primera hora es de tirarse de los pelos pero luego llegan los sustos (convencionales, genéricos, efectivos) a animar un poco el cotarro. Una cosa manida, sobada, que puede satisfacer al fan del terror con tragaderas anchas.

World War Z (Marc Forster)

Se quedaron sin presupuesto a la hora de contratar al ‘photoshopista’

Película de zombies dirigida con el piloto automático. Sólo el último tercio del film es interesante, pero no compensa el resto. Brad Pitt viaja a un lugar, se lía, viaja a otro y así sucesivamente. Todo el mundo es torpe, idiota o está en la peli equivocada y encima la acción está dirigida a base de sacudir mucho la cámara y cruzar los dedos. Sería un suspenso claro, pero ese tercer acto y, especialmente, ver a los infectados levantando castells con muchas folras y manillas y a Brad Pitt con pelazo a sus cincuenta bien valen un puesto en este Olimpo de las medianías.

V the Wanderer y Withor