Hubo una vez un programa de buena radio con contenidos muy ricos: una bala regulera de Cano, el fracaso de Apple Pippin, Miguel Anómalo y la tele posible e imposible, un premio Libros Bien a Miguel Delibes, ciencia absurda, ratones que escuchaban ópera y un Fenómenos Paramusicales dedicado al glorioso himno del PP. Los escuchantes lo escucharon con mucha felicidad y todo fue bien. Fin.