Hace ahora más de tres años escribí unas líneas sobre lo que por aquel entonces era el estallido del descontento griego y, en especial, sobre la forma que tuvieron los medios (tradicionales y sociales) de recogerlo. Hoy, después del referéndum del OXI, lo recupero y añado un par de ideas más, porque lo que falta en el mundo ahora mismo son opiniones sobre Grecia. Durante este tiempo he intentado seguir el relato desde Twitter; ahí les dejo cuatro notas improvisadas sobre lo que he visto. Así se habla de Grecia, y de todo lo que significa Grecia, en el enjambre digital.

Greek Fire

FUEGO GRIEGO

12 de febrero, 2012

Ayer Atenas ardía y el canal 24h de TVE pasaba un reportaje sobre consumo de hiperlujo. Lo malo de los medios tradicionales es que, aunque quisieran, ya no pueden seguirle el ritmo a la actualidad. Lo peor es que hacen como si no se hubieran dado cuenta. Mañana, todos abrirán con el escandaloso fuego griego.

Ayer Atenas ardía y el fuego tardó poco en contagiarse a Twitter. En minutos se movieron centenas de fotos, enlaces, capturas de pantalla y streamings oficiosos. Lo malo de Twitter es que, aunque quiera, no sale de la red hasta que un medio tradicional le presta atención. Lo peor es que los twitteros actúan como si no se dieran cuenta. “Cualquier twittero es ahora mejor periodista que los de “@rtve_24h”, sentenciaba uno. Todos olvidaban el contexto y la reflexión. Mañana, todos los hashtags se habrán perdido.

Ayer Atenas ardía y centenares de griegos encendían las llamas. Quemaron edificios mientras sus políticos hacían lo propio con el país para dar lumbre a una troika caprichosa y malacostumbrada. Nadie habló de porqués. Lo malo de la realidad es que, como esa antorcha olímpica itinerante, acaba pasando por delante de nuestras casas aunque no la entendamos. Lo peor es que no hay manera de negarla. Mañana, sea a través de televisiones, radios, periódicos o Twitter, Europa entera sentirá un poco del calor del fuego griego.

EL ELEFANTE EN EUROPA

2 de julio, 2015

No dejo de leer en Twitter a gente experta en Grecia que se queja de la ligereza con la que algunos opinan del país. Al menos presumo que serán expertos, porque a estas horas no estoy yo para subrayarle las contradicciones a nadie. Más allá de detenerme en la todología que domina las redes (no peor que la de petulantes como, por ejemplo, Curri Valenzuela o Arcadi Espada), se me ocurre darle la vuelta a la queja: a ver si el hecho de que no sepamos nada de la realidad griega, de sus estructuras de pensamiento y sus circunstancias sociales, va a ser un resumen perfecto de esta Europa tarada. Sinécdoque, Unión.

La Europa de Maastricht, la idea de una Europa unida, ha fracasado. Europa, como unión política, social y cultural, no es, o es muy poco, mucho menos que como trampa mecánica. ¿Qué sabe usted de la cultura belga? ¿Cuál es su autor austríaco favorito? ¿Cuál su monumento preferido de Malta? ¿En qué ciudad europea se siente usted como en casa? Europa debía tejerse con un intercambio constante de ideas y obras, con un diálogo que formase sistema nervioso humano, y ha acabado como uno de esos pisos compartidos por cuarentones: llena de cansancio y de rencor, hablando cada vez menos de sus aspiraciones de futuro porque esto ya es el futuro. Ése es el verdadero elefante en la habitación europea que nadie quiere mirar y, sin embargo, todos ven: si los twitteros europeos no se informan antes de hablar de Grecia no es por acomodo todólogo, que también, sino porque nadie les ha dicho que eso sea importante.

LAS NUEVAS FUERZAS MÁGICAS

4 de julio, 2015

No sé yo si en el acquis comunitario entraba el someterse a organismos opacos, a macrobancos delincuentes (no es populismo: al Deutsche Bank le han caído 2500 milloncejos de multa por manipular los tipos de interés, y no es el único) o a esa cosa abstracta que es la troika. Decía Tsipras que si se hubieran sentado Merkel y él a solas hubieran llegado a un acuerdo antes de acabar la cena. Europa no es cuestión ya de ciudadanos, ni siquiera de políticos: la mueven tecnócratas, machacanúmeros expertos en eficiencia, adoradores del resultado. La burocracia, los gestores y la economía (pura astrología con jerga matemática) son las Nuevas Fuerzas Mágicas de nuestro tiempo y Europa su primer rehén.

Decía William James que la religión consiste en creer que hay un orden oculto en el mundo y que se obtiene algún beneficio de seguirlo. La Europa tecnócrata, con su esfuerzo (vano y engañoso) por distanciarse de la ideología, parece querer dibujar ese orden oculto y esos beneficios de la obediencia. Se sacraliza el rendimiento. Ya avisaba Chesterton: «desde que el hombre no cree en Dios, no es que no crea en nada, es que cree en todo». Las Nuevas Fuerzas Mágicas ocultan sus procesos para convertirlos en ritual confucianista al que sólo tienen acceso unos pocos iniciados y que los demás hemos de observar con asombro. El austericidio es un sacrificio humano. La burocracia aparece como gran barrera esotérica que somete al ciudadano cansándolo y humillándolo («tú no entiendes qué has firmado»). Los mercados son criaturas divinas tan sensibles al amor del hombre como las deidades griegas.

El giro terrible, la tragedia del asunto, es que al otro lado no hay realidad que haga de contrapeso, sólo más Fuerzas Mágicas. Donde debían estar el humanismo, el bien común y la dignidad universal se han anidado perversiones del Oráculo délfico como la voluntad de los pueblos o las identidades nacionales, el Nosotros. Twitter mismo, con sus shitstorms y sus hashtags, se ha convertido en una entidad abstracta, etérea, una lucha de Nosotros en la que sólo puede quedar uno. El hombre-masa de Ortega ha creado una masa-hombre, igualmente fracasada. Twitter es otra Nueva Fuerza Mágica que deja fuera al que no quiere sentarse a admirar el ritual.

GRECIA FRENTE AL AVISPERO DIGITAL

6 de julio, 2015

No sé bien qué opinar de lo de Grecia. Después de tantas lecturas y tanto tweet, no he formado discurso y eso me provoca una gran ansiedad: estoy en dos o tres listas de twitstars y temo que el derecho a no opinar es incompatible con el cargo. Ayer Grecia (no, los ciudadanos griegos) dijeron que no bien fuerte y de algo ha de valer. De qué, ya es otra historia. Es una situación compleja y opaca en la que se acumulan muchas (ir)responsabilidades, errores y engaños y que afecta a todo un proyecto a gran escala que nació torcido. Imposible resumirla en una sentencia y más si hay que acabarla con #OXI o #NAI.

Me paseo por mi timeline con algo de miedo y pereza y descubro que Grecia ha sacudido el avispero digital; todo son opiniones fuertes, enrocadas, convencidísimas. Se acabó Europa, se salvó Europa. Me asquea la altivez de ciertos intelectuales heraldos del cálculo y de la mentalidad rentabilista, me asusta el revanchismo y la falta de autocrítica de los del pueblo, el ataque a los Ellos. Lo mejor que me da la red de los 140 caracteres son, como siempre, los chistes, aunque esta vez abundan los enlaces a periodismo de contexto y thinkpieces de medios más o menos tradicionales. En esto los de siempre han sabido adaptarse y su papel es ahora mucho más relevante que en aquel lejano 12 de febrero de 2012. Ahora los medios apuntan hacia, e intentan comprender, el fuego.

Hago un par de RTs, un par de favs y sigo sin ser capaz de escribir mi punto y final definitivo, mis conclusiones de columnista crecido, así que me tendré que conformar con una síntesis modesta: «El fuego griego ha iluminado el elefante en la habitación de Europa y ha agitado a las Nuevas Fuerzas Mágicas». Y me sobran 29 caracteres, así que permítanme un capricho personal: joróbate, Merkel.

Tres canciones, 281 La elección de V

DEAD KENNEDYS – KILL THE POOR

En última instancia, no entiendo yo a santo de qué tanto debate si la solución ya nos la daban los Dead Kennedys hace unas cuantas décadas. O incluso antes Swift con su humilde propuesta. El que no escucha es porque no quiere.

@VtheWanderer, RT is not endorsement