Llega el sábado y lo mínimo es que tengan ustedes un par de propuestas fílmicas para ver durante el fin de semana. Con birra y con brasero. Con Balagueró y Greengrass. Con cine y a lo loco. De nada.

‘LOS SIN NOMBRE’
(JAUME BALAGUERÓ, 1999) 

Jaume Balagueró conoce como pocos cineastas los miedos más internos del espectador. Pero sus intenciones como realizador tienen más que ver con lo retorcido y lo macabro que con el susto repentino. Así quedó claro en Los sin nombre (1999), su debut en el largometraje, con un guión malvado basado en la abominable novela de Ramsey Campbell.

Ganadora de numerosos premios en diferentes festivales de cine fantástico, Los sin nombre envuelve al espectador en una atmósfera oscura llena de suspense y conceptos aterradores durante poco más de hora y media. Balagueró hace pupa con unas ideas turbias que trasmiten maldad infinita y despiadada. Un cabronazo en toda regla, vaya.

Karra Elejalde maneja su personaje con una templanza ejemplar y Emma Vilarasau resulta discretamente creíble en un personaje aún más complejo si cabe. La idea del filme es embaucadora y te arrastra por los suelos pantanosos de una sociedad vil, enferma y cruel por naturaleza.

‘UNITED 93’
(PAUL GRENGRASS, 2006) 

Muchos consideran que antes de hacer una película sobre un atentado terrorista hay que dejar pasar el tiempo para suavizar a la opinión pública. Menos mal que Paul Greengrass se pasó la espera por el forro de los cojones y, conocedor de su talento y teniendo sumo respeto hacia las víctimas, realizó una película soberbia y apasionante acerca del mismísimo 11-S solo cinco años después del mismo.

Con United 93 el portentoso realizador inglés da una lección de entretenimiento de altos vuelos (perdonen la licencia) partiendo de un guión propio y fiel a los relatos de las familias que recibieron llamadas de los pasajeros de dicho avión, el único de los cuatro que no alcanzó el objetivo de los terroristas ‘según fuentes oficiales’.

Al margen de la cantidad de dudas que rebosan sobre un tema tan espinoso, United 93 es una magnífica recreación de los hechos en tiempo real que huye del sensacionalismo innato en un argumento predispuesto para la americanada de lágrima fácil. El casting cuasi anónimo, el lenguaje empleado, la cámara al hombro y su montaje visceral son algunas de sus mejores virtudes.

Juanjo López, MelonTajáEnMano