En esto dio la hora quince del día martes, y quisiera Cano el Cuarto que entraran en la cámara de mester de radiofonía; más habíales cobrado tal aborrecimiento Don Cosano por la pasada burla, que en ninguna manera quiso entrar dentro. Y así, torciendo el camino a la derecha mano, dieron en otro estudio como el que pisaran las semanas antes. Y así, del mismo modo y por los mismos pasos que esto he contado, se hicieron otros noventa minutos de bonito show radiofónico.