Éramos adolescentes, quedábamos en mi casa para jugar al Pro Evolution Soccer entre semana, y pensábamos que aquella fiebre por pasar las horas jugando a fútbol de manera virtual no iba a durar eternamente. En el fondo estábamos convencidos de que aquello era algo puntual, que la vida y las responsabilidades nos iban a apartar del juego como de tantos otros hábitos de juventud. Nadie podía plantearse que diez años después íbamos a querer seguir pasando las tardes y las noches marcando goles con nuestros dedos como única herramienta ejecutora. Éramos jóvenes y, por lo tanto, inconscientes.

Y es que una década después ahí nos tienen, habiendo sobrepasado ya la treintena, y con el único cambio del denostado Pro Evolution por el majestuoso FIFA, quedando semanalmente para nuestras horas de vicio, tan necesarias para nosotros como la sangre que corre por nuestras venas. Sí, tenemos más de 30 años y ya no somos unos jóvenes imberbes, pero las ganas de seguir jugando al FIFA siguen estando ahí como el primer día. ¿Que por qué lo hacemos? Aquí van diez razones (podrían ser muchas más) para que los más incrédulos puedan entenderlo.

fifaaaaaaaa

Imagen que define qué es la felicidad para nosotros

1. Porque sigue siendo muy divertido: Es la razón principal: si seguimos jugando al FIFA es porque sigue siendo una de las cosas más divertidas que existen. A mí (y a la mayoría de mis amistades) los videojuegos nos aburren. Pero el FIFA es otra historia. Si nos juntamos unos cuantos amigos para viciarnos, ya se puede desmoronar el mundo a nuestro alrededor que no nos daremos ni cuenta. Cuando el FIFA está en marcha, todo lo demás es secundario.

2. Porque no hemos perdido la pasión: Siempre nos ha gustado jugar para ganar, darlo todo sobre el campo (virtual), maldecir al árbitro e incluso tirar el mando al suelo. No es algo forzado ni postureo, sino una energía innata. La competitividad provoca que queramos seguir jugando. La pasión por ganar (y la rabia por perder) nos humaniza y logra extraer de nuestro interior los instintos más primarios, y eso es algo que pocas cosas (y ningún videojuego) pueden conseguir.

3. Porque es un acto social: Yo nunca juego solo, porque me aburre. Y es que el FIFA, en su esencia, es un acto social. Podemos quedar para tomar algo, cenar, charlar o emborracharnos (de hecho, también lo hacemos), pero todas ellas son actividades que también se pueden llevar a cabo mientras tenemos el mando en nuestras manos. Las risas, las bromas y los piques son tan fundamentales a la hora de disfrutar del FIFA como la misma televisión o las pilas de los mandos.

4. Porque todo el mundo sigue jugando: Ya me ha pasado en más de una ocasión que retomo el contacto con personas a las que hacía años que no veía y la conversación nos ha transportado a aquellos tiempos en los que nos juntábamos para echar unas partidas. Con todos ellos me he acabado reencontrando, y con todos ellos he vuelto a jugar al FIFA. La experiencia me demuestra que la mayoría de personas que jugaban al FIFA con 18 o 20 años lo siguen haciendo de manera más o menos regular. Y lo hacen porque disfrutan, y no por haber sufrido uno de los típicos ataques de nostalgia.

fifa2

Algunas veces nos animamos, soltamos el mando y los imitamos. Noches locas.

5. Porque si juegas, el fútbol real es mejor: Es divertido ver cómo juegan en la vida real futbolistas que has manejado en el FIFA mil veces, y comprobar si son tan buenos (o tan malos) como sus copias virtuales. También puede ser un aliciente ante un partido real examinar cómo los equipos plantean su estrategia y tácticas e intentar luego copiarlas en el juego. Se trata en definitiva de romper la cuarta pared, que bien pensado no es poca cosa.

6. Porque la banda sonora es bestial: No sé cuándo los responsables del FIFA decidieron que iban a dotar al juego de una banda sonora de primera división. Y desconozco si habrá alguien en el mundo que dejaría de comprar el videojuego si no incluyera una música tan buena. Aunque no deje de ser una trivialidad, lo cierto es que se agradece que entre partido y partido suenen temazos y se puedan descubrir nuevas canciones cada año. Es un beneficio colateral, pero un beneficio (otro más) al fin y al cabo.

7. Porque ya sabemos cómo se juega: Jugar bien al FIFA no es sencillo, y estamos en una edad en la que cuesta adquirir ciertos conocimientos. Por eso, el hecho de que la configuración de los botones siga siendo igual que cuando jugábamos al Pro Evolution con 18 años, nos da la vida. Para nosotros jugar al FIFA es como montar en bicicleta. Si nos cambiaran la configuración y tuviésemos que empezar de cero, habría suicidios en masa (y estarían más que justificados).

8. Porque nos gusta mitificar jugadores: Uno de los placeres más grandes del FIFA consiste en tener a unos cuantos jugadores fetiche, de aquellos que sabes que no te van a fallar. Aquí la gracia no es mitificar a Messi, Cristiano, Ibrahimovic o Reus, con los que todo el mundo marca goles a destajo porque son demasiado buenos. Lo verdaderamente gozoso es poner toda tu confianza en estrellas de segunda fila (pienso en Ramires, Marchisio, Wijnaldum o Lavezzi) o incluso mejor, a jornaleros del fútbol que nunca verás jugar (pienso en Locadia, Modeste o Cornelius por citar a algunos) y que sin embargo parecen haber sido programados únicamente para tu bienestar personal.

fifa3

Si no te ríes con los bugs, no eres humano

9. Porque los bugs provocan más risa que cualquier otra cosa: Los bugs son fallos de software que provocan que algo no funcione bien. Dicho así, no parece un punto positivo, y sin embargo estos errores del FIFA son tan jodidamente descacharrantes que encontrarte con uno de vez en cuando es lo mejor que te puede pasar en la vida. Y si no me creen, estoy convencido de que este vídeo les convencerá.

10. Porque el FIFA siempre será el FIFA: Si algún día estoy a punto de morir y desfilan ante mí los momentos más importantes de mi vida, estoy seguro de que en algún momento surgirá una imagen en la que estoy junto a mis amigos discutiendo sobre si era penalty o no, si la victoria es inmerecida o quejándome de la mala suerte que tuve con aquel travesaño en el minuto 90. El FIFA para nosotros siempre será el FIFA y eso, guste o no, es algo que nos acompañará hasta el fin de nuestros días.

Tres canciones, 271. La elección de Withor

SLAPTOP – SUNRISE

@adriwithor